En la seducción como en la vida misma la actitud decide muchas actuaciones y la forma de interactuar de unas personas con otras. El tener un actitud congruente es una buena forma de verlo.
Y te lo voy a poner con un par de ejemplos; un niño está aprendiendo entre lo que está bien y lo que está mal, cuando hace algo y nadie le dice que está mal o recibe castigo, entiende que es algo bueno y seguirá haciéndolo. Es por eso que los niños que se crían descuidados, en familias desestructuradas y sin el ejemplo cercano de quien les diga la diferencia entre lo bueno y lo malo, son después personas que no suelen atender a normas.
Otro ejemplo sería un animal doméstico, un perro hace algo y no se le castiga, lo volverá a hacer, pero si recibe una reprimenda, un grito o un castigo, entenderá que eso está mal y no lo volverá a hacer. Pero cuando pase el tiempo intentará o hará amago de volver a hacerlo, nos está probando, si ve que somos congruentes, que seguimos atentos, no lo hará.
Si somos personas serias, se espera que hagamos alguna gracia pero no que nos convirtamos en payasos. Si somos el cómico del grupo, el día que no hablamos, que no hacemos algo, nos preguntaran que nos ocurre.
Si queremos ser un verdadero Alfa no podemos mentir, porque una mentira es insostenible en el tiempo y no debemos fingir lo que no somos, porque realmente llegado el momento, no sabremos como reaccionar al estar fingiendo un papel.
Si realmente queremos ser de otra forma, el cambio tendrá que ser poco a poco para que podamos acostumbrarnos a nuestra nueva «identidad» e incorporarla a nuestra rutina diaria.
Y no olvidar nunca en aceptar las críticas, si resulta que empezamos a actuar de una forma en concreto y nuestros amigos nos dan una mala crítica de nuestra nueva forma de ser, hay que aceptarla y valorar que estamos haciendo mal. No opdemos pensar que siempre tenemos razón.
claveiman 